miércoles, 4 de noviembre de 2015

HISTORIA DE LOS PALMITOS

Los palmitos que nos da la palmera de la especie Euterpe edulis, también conocidos como corazón de palma o corazón de palmera, son un manjar que nos llega del noroeste argentino, Brasil o Paraguay. Los palmitos se encuentran entre la terminación del tronco y el nacimiento de las hojas de la palmera, una especie de vaina esconde los tiernos palmitos.
 los encontramos generalmente en conserva, un cilindro de color marfil, con un sabor delicado y dulce, muy suave en su textura y ligeramente crujiente. Los palmitos son ideales en ensaladas, como aperitivo o guarnición, regados con una salsa o vinagreta. También se pueden encontrar frescos, pero estos necesitan una cocción previa para ser consumidos y así eliminar su sabor amargo.
Sus valores nutritivos son muy apreciados para las dietas hipocalóricas, son casi todo agua, proporcionan muy pocas calorías y aportan hidratos de carbono, proteínas, vitaminas, minerales y fibra, pero parte de estos valores se pierden al ser sometidos al tratamiento térmico de esterilización para ser enlatados.

Deben tener especial precaución a la hora de consumir palmitos en conserva las personas que padecen hipertensión u otros problemas cardiovasculares, ya que los palmitos se conservan en salmuera, por lo que su contenido en sodio se ve aumentado.
CARACTERÍSTICAS
El palmito es caro de obtener, puesto que el crecimiento de una palma lo suficientemente grande para permitir su extracción insume de 1 a 1.5 años. Es una delicia sumamente apreciada: el rendimiento es de aproximadamente 500 g a 1,3 kg por planta. El palmito se extrae del cogollo tierno ubicado al cabo del estípite de la palma, formado por hojas aún inmaduras, del cual se elimina la corteza y las capas fibrosas y duras de su interior. Es de color blanco, textura suave y flexible, rico en fibras. Sólo en la parte más fresca del brote el cogollo resulta comestible.

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